Y Mike Flanagan lo ha hecho otra vez. Ha conseguido nuevamente adaptar con éxito una historia de terror clásica y convertirla en una serie atractiva, atrapante, de manera similar a la anterior temporada La Maldición de Haunted Hill.
Esta vez la acción se traslada a Inglaterra, al poblado de Bly, cerca del cual, se ubica una mansión en la que acaba de fallecer una Institutriz, quien se había hecho cargo de dos niños cuyos padres habían fallecido también poco tiempo atrás.
Victoria Pedretti, quien había tenido un rol importante en la anterior serie, está nuevamente brillante en esta especie de segunda temporada, encarnando el rol de la atribulada Danielle, la nueva Institutriz de los peculiares niños (interpretados por Amelie Bea Smith y Benjamin E. Asworth, otro acierto de casting) que habitan la casa.
Solo con su rostro Pedretti logra transmitir las contradicciones, miedos y deseos del complejo personaje que le ha tocado actuar.
Esperamos con ansias la nueva producción de Flanagan.
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